Antes de comenzar tu retiro, respira profundamente y sé consciente de la presencia amorosa de Dios.
Mateo 12:50
Cualquiera que haga la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.
A Jesús le importan las relaciones personales. En este pasaje del Evangelio nos dice que todos aquellos que hacen la voluntad de Dios son bienvenidos a formar parte de su familia. El escuchar a Dios y actuar de acuerdo con lo que nos dice nos convierte no sólo en amigos de Jesús sino en su familia. No todos los miembros de una familia están de acuerdo en todo, pero todos comparten un vínculo en común. En la familia de Jesús ese vínculo es Dios. Cuando nuestros esfuerzos se centran en hacer la voluntad de Dios sabemos que estamos yendo por el buen camino.
¿Cómo me hace sentir el ser miembro de una familia tan grande y diversa como es la familia de Dios?
¿Cómo puedo descubrir cuál es la voluntad de Dios para mí?
(Habla con Jesús usando tus propias palabras o hazlo con la siguiente oración). Jesús, tú que tanto quieres que seamos parte de tu familia, ayúdame a darme cuenta de cuál es la voluntad de Dios para mí y a llevarla a cabo.