Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa y relájate. Respira profundamente. Recuerda lo mucho que te ama Dios.
Lucas 24:50-51
Después los condujo [fuera] hacia Betania y, alzando las manos, los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado al cielo.
Justo cuando los discípulos pensaron que podían regresar al campo, a enseñar y simplemente estar con Jesús, él se despidió de ellos. Les dio instrucciones de que continuaran lo que habían comenzado, pero esta vez sin su presencia física. Hoy somos nosotros los discípulos de Jesús y tenemos instrucciones precisas. El Espíritu Santo nos ha llenado con su poder. Se nos ha dado lo que necesitamos con la Palabra de Dios y con la Eucaristía. Sin embargo, a veces dudamos. Esos son los momentos en los que tenemos que recordar que no estamos solos en la duda y en la confusión, pues aunque Jesús no está físicamente con nosotros, siempre está con nosotros.
¿En qué momentos dudo que pueda llevar a cabo lo que Dios me ha confiado?
¿Dónde busco fortaleza en mis momentos de duda y confusión?
(Habla con Jesús usando las palabras que desees o hazlo con la siguiente oración). Señor resucitado, concédeme tu fortaleza para que con el poder del Espíritu Santo siga realizando la obra de tu reino.