Antes de comenzar tu retiro, respira profundamente y sé consciente de la presencia amorosa de Dios.
Lucas 2:51
Su madre guardaba todas estas cosas en su corazón.
Nuestros corazones son el centro de nuestro cuerpo, mente y espíritu. Es en nuestros corazones donde podemos encontrar al misterio. Ahí podemos guardar nuestras más íntimas verdades para poder reflexionar sobre ellas. María nos muestra como algunas cosas necesitan de tiempo para poderlas entender. María es modelo de discípulo paciente; el que espera hasta que el plan de Dios se nos muestre.
¿Qué cosas estoy ahora meditando en mi corazón?
¿Qué más puedo aprender del discipulado paciente de María?
(Habla con Dios rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Amoroso Creador, tu diste forma a mi corazón, concédeme la habilidad de guardar y meditar en mi corazón sobre todo lo que me has mostrado.