Al comenzar tu retiro, deja de lado todas tus distracciones. Respira profundamente. Abre tu mente y tu corazón a Dios.
Juan 10:11
Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.
Los pastores les eran muy familiares a los que escuchaban a Jesús. Trabajaban largas jornadas para proteger sus rebaños de los ladrones y de los animales salvajes. Los pastores abrevaban y alimentaban a sus ovejas, curaban sus heridas y los llevaban a buenos pastizales. Se preocupaban de cubrir las necesidades de las ovejas. Aunque en nuestros días la mayoría de la gente nunca ha visto un pastor, o incluso un rebaño de ovejas, nos sentimos de todos modos confortados por el hecho de que si algo nos pasa, si estamos heridos o necesitados de pasto fresco, Jesús está ahí cuidándonos. Siempre podemos contar con el Buen Pastor que da la vida por nosotros.
¿Qué cuidados necesito hoy del Buen Pastor?
¿De qué forma ha sido Jesús un buen pastor para mí y para los que amo?
(Habla con Jesús usando tus propias palabras o recitando la siguiente oración). Jesús, gracias por estar siempre atento a mis necesidades. Enséñame a cuidar a los demás como tú me cuidas a mí.