Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa para enfocarte en tu interior. Respira lenta y profundamente mientras recuerdas que estás en la presencia amorosa de Dios a lo largo de esta jornada de amor.
Mateo 28:20
Yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
Dios no está distante o alejado de nosotros. Quiere que tengamos una relación con él y para eso envió a su único hijo Jesús, para guiarnos a la salvación. Jesús cumple la promesa de Dios de que estaría siempre con nosotros. En las últimas palabras del Evangelio según San Mateo, Jesús les asegura a sus discípulos que su amor y su presencia son eternos. Por eso en nuestros días seguimos recibiendo a Jesús en la Eucaristía, el alimento espiritual que nos fortalece en nuestra jornada.
En un mundo de tantas promesas rotas, ¿qué significa para mí saber que el amor y la presencia de Dios son eternos?
¿En qué momentos soy más consciente de la presencia eterna de Dios?
(Habla con Dios usando las palabras que desees o hazlo con la siguiente oración). Dios amoroso, acércame continuamente a ti y quédate conmigo para siempre. Permíteme ser un reflejo de tu amor por todos.