Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa para dejar de lado todas las distracciones. Respira profundamente y descansa en la presencia amorosa de Dios.
Mateo 28:18-19
Jesús se acercó y les habló: “Me han concedido plena autoridad en cielo y tierra. Vayan y hagan discípulos entre todos los pueblos, bautícenlos consagrándolos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo”.
Jesús deja claro que la invitación a la salvación es para todas las personas y que las aguas del Bautismo marcan el comienzo de una nueva vida en la gracia de Dios. La celebración en nuestra Iglesia del sacramento del Bautismo trae a nuestra vida la gracia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Como miembros de la Iglesia compartimos la misión de los discípulos de llevar el mensaje de Jesús a los demás.
¿Cómo puedo dejar que la gracia de los sacramentos me transforme en testimonio de Jesús?
¿De qué manera estoy participando hoy en la misión de la Iglesia?
(Habla con Dios usando tus propias palabras o hazlo con la siguiente oración). Padre, Hijo y Espíritu Santo, me has cambiado a través de la gracia de los sacramentos. Continúa obrando hoy en mi persona.