Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa. Respira profundamente tres veces. Sé consciente de la presencia amorosa de Dios, quien te acompaña en esta jornada de crecimiento y descubrimiento.
Mateo 16:18
Pues yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra construiré mi Iglesia, y el imperio de la muerte no la vencerá.
Hay un viejo dicho que dice “la unión hace la fuerza“. Defender una causa a solas es difícil, pero defenderla en grupo nos da valentía, propósito e identidad. Jesús sabía que sería más fácil cumplir su misión si muchos se unieran en un solo cuerpo para darse fuerza y apoyarse mutuamente.
¿Qué hago para continuar la misión de Jesús?
¿Apoyo activamente a mi comunidad parroquial o sólo estoy ahí de nombre?
(Reza usando tus propias palabras o la siguiente oración). Padre, ayúdame a recordar que soy miembro de la Iglesia de hoy; que es mi responsabilidad servir a tu reino. Ayúdame a darme cuenta de que las palabras de la oración de tu hijo (“Venga a nosotros tu reino“) son un llamado a la acción.