Dedica unos momentos a relajarte y a encontrar la serenidad interior. Presta atención a tu respiración. Sé consciente de la presencia de Dios en la parte más profunda de tu ser.
Lucas 19:10
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y salvar lo perdido.
¿Cuándo fue la última vez que te sentiste perdido? Quizá no estabas físicamente perdido pero, debido a una relación rota, a un cambio de vida inesperado o a algo que se escapó de tu control, el sentimiento es exactamente el¬† mismo. No importa la causa. Cuando estamos perdidos necesitamos a alguien que venga a encontrarnos. Buscamos ayuda fuera de nosotros mismos. San Lucas nos dice que Jesús hace exactamente lo mismo. Vino a la Tierra a buscar y a salvar lo que estaba perdido, y continúa haciéndolo.¬† Jesús nos recuerda que nunca estaremos tan perdidos que él no pueda encontrarnos y salvarnos.
¿Cuándo fue la última vez que me sentí perdido y le pedí a Jesús que viniera a salvarme?
Además de a Jesús, ¿a quién me siento tentado de pedir ayuda cuando estoy perdido?
(Habla con Jesús usando tus propias palabras o recitando la siguiente oración). Señor, tú me ves y me amas dondequiera que esté. Búscame cuando me esconda y sálvame cuando me pierda.