Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa para dejar de lado todas las distracciones. Respira profundamente y descansa en la presencia amorosa de Dios.
Juan 15:12
Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado.
La vida de Jesús en la Tierra estuvo llena de ridículo, persecución y rechazo. Sin embargo, Jesús trató a todos con respeto, perdón y compasión. Sus manos siempre estuvieron abiertas con las palmas hacia arriba, listas para dar y recibir. Así es como funciona el amor. Jesús nos dejó un ejemplo a seguir. Los discípulos dieron testimonio del gran amor que Jesús les tenía y nos lo trasmitieron así a nosotros. Ahora es nuestro turno de hacer visible el amor de Dios en nuestro tiempo y lugar.
¿Qué me impide amar al prójimo con el amor de Jesús?
¿Quién necesita de mi amor ahora mismo?
(Reza usando tus propias palabras o recitando la siguiente oración). Cristo misericordioso, tú nos diste un ejemplo difícil de seguir. Ayúdame a superar mi egoísmo y a vivir como tú lo hiciste.