Antes de comenzar tu retiro, toma una breve pausa y relájate. Respira profundamente. Recuerda lo mucho que te ama Dios.
1 Corintios 13:4-7
El amor es paciente, es servicial, [el amor] no es envidioso ni busca aparentar, no es orgulloso ni actúa con bajeza, no busca su interés, no se irrita, sino que deja atrás las ofensas y las perdona, nunca se alegra de la verdad. Todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
Este bello pasaje de Pablo se lee a menudo en las bodas. Pero Pablo no lo escribió para las parejas casadas. Las cualidades que el apóstol atribuye a la virtud del amor son para todos. Nos reta a examinar nuestra actitud hacia los demás -familia, amigos, compañeros y extraños-. Si vivimos cada día desde la perspectiva del amor, los celos, la envidia y la ira desaparecen. Nos convertimos en personas que buscan la verdad y se regocijan cuando la encuentran. Cuando hacemos que el amor sea la piedra angular de nuestras vidas, descubrimos gratitud en el centro.
Desde mi propia experiencia, ¿Hay alguna otra cualidad del amor que podría añadir a la lista de Pablo?
¿Qué es lo que me resulta más difícil para vivir mi vida con una actitud de amor? ¿Cómo puedo superar esas dificultades?
(Habla con Dios rezando la siguiente oración o usando tus propias palabras.) Dios clemente, el mundo está muy necesitado de tu amor. Abre mi corazón para recibir tu gracia y ser muestra de tu amor para todos aquellos con los que me encuentre.