Ignacio de Loyola, nacido en España en 1491, comenzó su carrera de soldado para servir a su rey. A causa de una herida en la pierna, tuvo que pasar varios meses en cama. Mientras se recuperaba, tenía solo dos libros para leer. Uno era sobre Jesús, y el otro, sobre los santos. Estudiarlos transformó su vida. Ignacio decidió dedicarse a servir a Dios imitando a Jesús.
Durante un período de crecimiento espiritual, Ignacio desarrolló un plan de meditación llamado los Ejercicios espirituales. Los Ejercicios aspiran a ayudar a las personas a descubrir la voluntad de Dios y a darles el coraje de seguir el llamado de Dios.
La visión y las ideas de Ignacio atrajeron a un grupo de seguidores, y con el tiempo fundó una comunidad de sacerdotes y hermanos llamada la Compañía de Jesús. Sus miembros se llaman jesuitas. Desde la época de Ignacio, los jesuitas se han dedicado a servir a la comunidad de la Iglesia estableciendo escuelas y enviando a sus miembros a través del mundo a difundir la Buena Nueva de Jesús. La fiesta de san Ignacio se celebra el 31 de julio.
Lea más sobre las vidas de los hombres y las mujeres que se han convertido en modelos a seguir.