Mientras que muchas personas se quejan de su trabajo, la mayoría de la gente se siente muy bien respecto a lo que hace. Aun así, hay ocasiones en que el empleo requiere mucho de nosotros y nos es imposible dejarlo de lado e irnos tranquilamente a disfrutar el hogar. Les presento algunos consejos sobre cómo compartir las experiencias de trabajo con la familia sin dejar que éste interfiera en su vida familiar.
1. Guarda algo de tu imaginación y creatividad para tu familia. La vida como familia es una gran aventura que se hace más interesante entre más energía inviertas en ella.
2. Deja tu trabajo en tu lugar de trabajo. No reproduzcas las preocupaciones del trabajo mientras estás en casa, pensando en lo que debiste haber hecho o dicho. Concéntrate en el presente y disfruta las bendiciones de la vida familiar.
3. Sé multidimensional. Eres más que un empleo. Asegúrate de cultivar todas las áreas de tu vida: hogar, parroquia, trabajo, comunidad, y tu propia persona.
4. Comparte las experiencias de tu lugar de trabajo. Al hacerlo ayudarás a tu familia a comprender una gran parte de tu vida, a la vez que podrás enseñar a tus hijos a ser personas en el desempeño de un trabajo.
5. Trata a tu familia con respeto. Tratas a tus compañeros de trabajo respetuosa y profesionalmente. ¿Por qué no hacer que tu familia se beneficie del mismo trato en el hogar?
6. Practica el trabajo en equipo. No intentes ser un súper padre o madre en casa. Pídele a tu familia que te ayuden a realizar las tareas y a manejar las diferentes situaciones. Comparte la responsabilidad y propicia la participación tanto en las responsabilidades como en la diversión.