¿Quién te ha influenciado espiritualmente?

  

Estaba en una reunión con padres de familia cuyos hijos se preparaban para su Primera Comunión. Mientras que los hijos se preparaban para celebrar el sacramento de la Eucaristía por primera vez, muchos de los padres ahí presentes vieron en dicha reunión una oportunidad para profundizar en su propia fe. Deseaban tener una influencia positiva y estable en la fe de sus hijos e hijas. En cierto momento les pregunté:

“¿Quién y cómo influyó espiritualmente en ustedes?”.

Luego de recordar y reflexionar unos breves instantes, aquellos padres compartieron las enseñanzas que recibieron de su mamá, abuelita, maestros favoritos, entrenadores, frailes, y religiosas.

Si deseas tener una influencia positiva en la vida espiritual de tus hijos, piensa en la influencia que dejaron en ti tus mentores. Las probabilidades de que hayas experimentado su influencia, se concentra, en alguna de las siguientes posibilidades:

Ejemplo más que predicación

Me impactó más el compromiso que mi papá se hizo a sí mismo de asistir diariamente a Misa, y la compasión que mi madre siempre mostró hacia los vecinos necesitados, que todos los sermones que escuché en casa o durante la Misa. Mis padres no eran perfectos, tampoco pretendían serlo ni asumían una actitud farisaica ni presuntuosa, tampoco querían convencernos de que su espiritualidad fuera mejor que la nuestra. Fue precisamente esa actitud honesta la que engrandeció su bondad y la hizo más influyente para nosotros.

En los momentos ordinarios de la vida

Posiblemente la mejor lección que tuve sobre la práctica de la fe fue el ver cómo mis padres se relacionaban con las demás personas. Nunca granjearon a las personas que tenían cargos públicos. Jamás fueron irrespe-?tuosos con las personas de otro grupo étnico o estatus social. Siempre buscaron ver lo mejor en los demás y a menudo fueron recompensados por esa actitud positiva. El ver a tu papá tratando con ternura y respeto al extraño cuando no hay ninguna recompensa material de por medio, puede transformarse en un gran método de aprendizaje sobre cómo vivir de acuerdo a la fe que profesamos.

Cuando hay un trato cuidadoso

Una de las influencias espirituales más efectivas en mi vida la realizó mi maestro de quinto grado. En una ocasión me sorprendió en plena travesura. Fue firme y estricto al disciplinarme (la consecuencia clara de mis malas acciones), y aun así, sentí su cuidado e interés por mí, porque pude ver lo doloroso que fue para él que me comportara de esa manera, y descubrí que por mi comportamiento, se vio obligado a disciplinarme. El interés y cuidado que manifestó hacia mí marcó la diferencia entre un castigo vacío y una gran lección que he guardado durante toda mi vida.

Una acción repetida

Muchos padres respondieron a mi pregunta diciendo que no había una acción única realizada por una persona en particular que apareciera en su recuerdo como la más importante. Simple y sencillamente, lo que más influyó en ellos, fue el estilo de vida de aquella persona.